Tienen propiedades únicas de resistencia a la grasa y al agua, gracias a su cadena de átomos de carbono y flúor, pero son muy tóxicas: son las sustancias perfluoro y polifluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés). Como el enlace carbono-flúor es extremadamente fuerte, las PFAS no se degradan de manera natural y permanecen en el medio ambiente por muchísimos años, de ahí el mote “forever chemicals” o “químicos para siempre”. La persistencia es percibida como una propiedad menos peligrosa que la toxicidad, pero a mediano y largo plazo es un factor crítico para que los problemas de contaminación se salgan de control1 (ver Figura 1).
Tienen propiedades únicas de resistencia a la grasa y al agua, gracias a su cadena de átomos de carbono y flúor, pero son muy tóxicas: son las sustancias perfluoro y polifluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés). Como el enlace carbono-flúor es extremadamente fuerte, las PFAS no se degradan de manera natural y permanecen en el medio ambiente por muchísimos años, de ahí el mote “forever chemicals” o “químicos para siempre”. La persistencia es percibida como una propiedad menos peligrosa que la toxicidad, pero a mediano y largo plazo es un factor crítico para que los problemas de contaminación se salgan de control1 (ver Figura 1).