Cinco, cuatro, tres, dos uno… ¡despega! Nada es imposible con el talentoso recurso humano que nuestro país tiene en materia de ciencia, tecnología e innovación. Como muestra de ello, México deja firmemente su huella en el sector espacial internacional, gracias a Colmena.
Siete horas después de un lanzamiento y separación exitosos del cohete Vulcan Centauro de United Launch Alliance, el pasado 8 de enero, la nave Peregrine reportó anomalías en uno de sus motores, lo cual ocasionó que se consumiera una cantidad de combustible mayor a la esperada, limitando su tiempo de vida y su capacidad para alunizar en forma controlada, eso ya no será posible y el lander de Astrobotic terminará su vida útil ardiendo en la atmósfera de nuestro planeta, la opción más segura.
¿Cómo es el México que imaginas para el año 2060, y qué se necesita para llevar al país a sus máximas capacidades, en el futuro?
El premio Nobel de Química 2023 fue otorgado a los doctores Moungi Bawendi, Louis Brus y Alexei Ekimov por su trabajo sobre los llamados puntos cuánticos o quantum dots. ¿Pero qué son estos estos objetos?
¿Vives cerca de las playas de Quintana Roo o Campeche? ¿O tal vez has ido de vacaciones a esa zona del Caribe mexicano? Entonces muy probablemente te has encontrado con sargazo cuando vas a la playa, esas algas pelágicas que hace unos 15 años comenzaron a llegar a México en mayores cantidades.
La curiosidad es la chispa inicial que despierta el interés por explorar, investigar y hacer preguntas sobre el mundo que nos rodea. Sin esa chispa, sería difícil aventurarse a descubrir cosas nuevas. A lo largo de la historia, la curiosidad llevó a grandes científicos a desafiar lo conocido y preestablecido, a explorar lo ignoto, a aventurarse a plantear todo tipo de hipótesis insospechadas y conjeturas insólitas, a imaginar nuevos y mejores mundos y a construir poco a poco el conocimiento a partir de la observación sistemática, la experimentación rigurosa y el desarrollo de modelos, teorías y leyes.
En sus inicios, en 1982, “Domingos en la Ciencia” tenía como escenario el Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad. Ahí, científicas y científicos de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) ofrecían conferencias para niños y jóvenes, una valiosa oportunidad para charlar cara a cara con investigadores mexicanos, provocar el interés por la ciencia y, quizá, despertar algunas vocaciones científicas. Con el tiempo, el programa evolucionó y, en cada una de sus sedes, las charlas se impartían en diferentes días de la semana.