La construcción de una cultura científica en México no es sólo una aspiración académica, sino una necesidad social urgente, así lo aseveró José Franco, coordinador de la Noche de las Estrellas; al tiempo, subraya que acercar el conocimiento a todos los sectores de la población es una manera concreta de fortalecer al país. “Hacer divulgación de la ciencia es hacer patria”, sostiene.
Para José Franco, uno de los grandes desafíos es lograr que la ciencia deje de percibirse como una actividad lejana o exclusiva de expertos. La clave, dice, está en sembrar curiosidad desde edades tempranas y ofrecer a niñas, niños y jóvenes herramientas para mirar hacia el futuro. Formar nuevas generaciones científicamente informadas implica no sólo preparar mejores profesionistas, sino ciudadanos capaces de comprender y participar en las decisiones tecnológicas, ambientales y sociales que definirán los próximos años.
Eventos como la Noche de las Estrellas —que en su edición de este año reúne 118 sedes en México y dos más en Guatemala— buscan justamente derribar las barreras entre la ciencia y la sociedad.
Pero José Franco reconoce que llevar a cabo un esfuerzo de esta magnitud no es sencillo: obtener financiamiento y coordinar a cientos de voluntarios, divulgadores, astrónomos y entusiastas representa un reto permanente. Aun así, la respuesta del público, que en esta ocasión reunió a más de 90 espectadores, demuestra que el interés por la ciencia está vivo.
José Franco destaca que el conocimiento científico ha moldeado de manera profunda la historia moderna. La mecánica cuántica, por ejemplo —tema central del evento este año—, revolucionó la comprensión de los átomos, permitió el desarrollo de la energía nuclear y transformó las relaciones políticas y económicas del mundo en el siglo XX. Hoy, continúa siendo el motor de innovaciones que definirán el futuro.
La astrofísica también ha tenido un impacto directo en la vida diaria. Tecnologías tan comunes como las cámaras digitales, el wifi o el GPS nacieron de investigaciones en este campo. “¿Qué más prueba necesitamos de que la ciencia está en todo lo que hacemos?”, comenta.
Ante este panorama, el mensaje de José Franco para los más jóvenes es: la ciencia es una invitación a explorar. “No hay nada más divertido que conocer el mundo y generar nuevos conocimientos para entenderlo mejor”, afirma. Fomentar esa curiosidad, dice, es la base de una sociedad más justa, más informada y más preparada para enfrentar los desafíos del futuro.
