En el marco de la Noche de las Estrellas, uno de los encuentros de divulgación científica más importantes del país, Jonathan, el joven mexicano que ha dedicado su vida a perseguir el sueño de llegar al espacio, compartió su historia, marcada por la perseverancia, la creatividad y la convicción de que la ciencia puede transformar realidades.
Desde el stand de la Revista Obsidiana, Ciencia y Cultura por México, Jonathan compartió que admira a figuras como el astronauta José Hernández, la divulgadora Julieta Fierro y el astrónomo Carl Sagan, quienes encendieron en él la certeza de que mirar al cielo también es abrirse camino hacia él.
Con esa motivación, emprendió una trayectoria que lo dio a conocer nacionalmente cuando rifó su “vochito” para financiar su primera visita a la NASA. Desde entonces, su dedicación lo ha llevado a participar en proyectos de alcance internacional, como el diseño de una colonia en Europa, la luna de Júpiter, y el envío de un material compuesto a la Estación Espacial Internacional.
Aunque reconoce que el camino ha estado lleno de obstáculos, Jonathan afirma que cada reto ha contribuido a construir al joven que hoy está a un año de viajar al espacio. Un logro que, asegura, no es sólo suyo, sino de todas las personas que han creído en su sueño y lo han impulsado en cada paso.
Durante la charla, alentó a niños y jóvenes a no rendirse y a construir su futuro desde la ciencia con conciencia. “Cuando haces ciencia con conciencia puedes transformar la realidad de la gente”, expresó, convencido de que el conocimiento debe caminar siempre hacia el beneficio de la humanidad. También compartió la historia de su amigo Michael, a quien recordó con emotividad, describiéndolo como “una galaxia enorme en el universo”.

Sobre la Noche de las Estrellas, destacó su importancia como un puente entre la ciencia y la ciudadanía, y señaló que aún es necesario llevar este tipo de actividades a comunidades alejadas, donde niños y niñas no siempre tienen acceso a experiencias científicas de este tipo. “La ciencia también debe llegar a esos lugares. Es muy bonita y muy divertida de hacer”, afirmó.
Antes de despedirse, Jonathan dejó un mensaje para quienes sueñan en grande: “Hay que apuntar hacia el espacio, lanzar nuestros sueños, confiar en uno mismo y nunca rendirse. Los sueños son hermosos… y estamos a un año de que el mío se cumpla”.